La muerte es un misterio universal, un acontecimiento que nos provoca preguntas profundas y nos confronta con el proceso de duelo cuando perdemos a alguien que amamos. Enfrentar esta ausencia no es sencillo y, en cada cultura, surgen distintos modos de lidiar con ella. En México, una de las formas más significativas de abordar la muerte y el duelo es a través de la celebración del Día de Muertos, una tradición que mezcla creencias religiosas y culturales para brindarnos consuelo y sentirnos cerca de quienes ya no están.
El Día de Muertos tiene raíces en las antiguas culturas prehispánicas, como la de los aztecas, mexicas, mayas y purépechas, que entendían la muerte no como un fin absoluto, sino como una transición hacia otro plano. El 1 y 2 de noviembre, los mexicanos honran a sus seres queridos fallecidos, preparándoles ofrendas llenas de colores, aromas y objetos que evocan recuerdos. A través de esta tradición, familiares y amigos encuentran una manera de sobrellevar la ausencia, sintiendo que, aunque ya no estén físicamente, siguen presentes en espíritu.
El 60% de los mexicanos considera el Día de Muertos como una tradición esencial para mantener viva la memoria de sus seres queridos. (Fuente: INEGI)
El 60% de los mexicanos
El Duelo y el Valor de las Tradiciones para Superarlo
Perder a un ser querido es, sin duda, uno de los momentos más difíciles de la vida. La sensación de vacío y el dolor pueden ser abrumadores, y cada persona necesita tiempo para adaptarse a la vida sin esa persona especial. Este proceso de duelo se vive de distintas maneras y, en México, el Día de Muertos proporciona un espacio donde la ausencia y el recuerdo se pueden expresar sin miedo, transformando el dolor en un homenaje a la vida que compartimos.
La religión y la espiritualidad también juegan un papel importante, ya que, para muchos, la fe en una vida después de la muerte brinda esperanza. En este sentido, el Día de Muertos no solo mitiga el dolor de la pérdida, sino que refuerza la idea de que nuestros seres queridos siguen existiendo en otro lugar. Esta celebración se convierte en un vínculo emocional que fortalece el duelo y lo transforma en una oportunidad de reconectar con ellos, manteniendo viva su memoria.
La tradición del Día de Muertos ofrece una respuesta culturalmente enriquecedora a esta pregunta. En vez de reprimir el dolor o tratar de olvidarlo, esta celebración propone reconocerlo y compartirlo, transformando los recuerdos en algo tangible.
Este día se convierte en una festividad de tanta relevancia que incluso la UNESCO la inscribió en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2023 representa la unión de familiares y amigos tanto los que estamos como los que ya no, presentes y ausentes.